miércoles, 29 de octubre de 2008

Seminci 2008 toma 1

Ya estamos casi a la mitad de la 53 edición de la Seminci vallisoletana. Hasta ahora las películas que he visto tienen que ver con la memoria histórica, de tanta actualidad a raíz de la ley de memoria histórica del gobierno Zapatero, y de la reciente instrucción del juez Garzón.

En el caso de la película polaca RYSA (rasguño), de Punto de Encuentro, el pasado del régimen comunista hace estallar una prolongada relación de pareja cuando un antiguo miembro del partido desvela el origen de la pareja como un caso de espionaje. Tras años de convivencia y una hija en común, ¿es verdad que ese compañero era un espía del aparato para investigar al padre de ella? Bueno, la película no es explícita y es fácil perderse (al margen de las propias dificultades, los comentarios de las butacas próximas son reveladores), pero el cambio súbito de actitud de la esposa respecto al marido, que se aísla y más tarde deja el hogar común, con una conducta un tanto inestable, indican la veracidad del testimonio. No es una película fácil de ver, pierde a veces el ritmo, aunque la historia es interesante. Pongamos que un 6.

Otra memoria, esta sí de la guerra civil española, es la de "La mujer del anarquista", coproducción germano-franco-española. Una historia de amor, un enfrentamiento entre hermanos, las vilezas de la guerra frente a los supuestos altos ideales a defender, el exilio a Francia del anarquista y el reencuentro con su mujer e hija tras años de separación. Un tanto larga en metraje, a veces poco convincente, pero en general aceptable, para otro 6.

Una tercera memoria es la expresada muy satisfactoriamente en "Plus tard, tu comprendras". Situada en Francia, durante el proceso contra Klaus Barbie, plantea la angustia del protagonista por conocer la verdad sobre el destino de sus abuelos maternos, judíos de origen ruso establecidos en Francia a principios del siglo XX. El protagonista recurre a todas las fuentes documentales que puede, pero no consigue información alguna de su madre, que elude siempre hablar del tema. Pero al final esa madre dará testimonio de lo acaecido no a su hijo sino a sus nietos. Es más fácil hablar de algo tan difícil con una generación de por medio. En la escena final unas funcionarias determinan las compensaciones económicas que el estado francés reconoce por la desaparición de sus abuelos maternos, detallando las cantidades en base a tarifas bien establecidas. Nuestro protagonista acaba saliendo de la sala. En la anterior escena a esta última, muerta la madre, sus múltiples bienes son tasados por un experto con precisión exquisita. En ambas podemos compartir la estupefacción, la incomprensión del protagonista. Hay que destacar la actuación de éste, el tempo, y la transmisión de emociones. De momento lo que más me ha gustado, un 8.

La memoria implicada en la cuarta película, "Una cierta verdad", es la de los enfermos mentales tratados en un hospital psiquiátrico. Con un metraje de más de dos horas y formato documental, algunos espectadores abandonaron la sala. No es que sea una película para ir a entretenerse el fin de semana, pero desde luego no es aburrida, y más de una vez arranca la risa del espectador, sobre todo a través de los comentarios del paciente de mayor presencia. En su discurso delirante y sin embargo plenamente argumentativo se deslizan perlas que cualquiera de los espectadores "normales" podría suscribir. Un 7.

En general todas las películas reflejan la importancia de la proyección del pasado sobre la vivencia presente, tanto si ese pasado es oculto o es claro, si es cierto o es falso. La memoria histórica no se puede obviar, pero es algo sobre todo personal e íntimo, donde no llegan las leyes escritas o las compensaciones económicas. La memoria histórica afecta al presente, y por tanto también al futuro.

Las películas, los libros, los documentales, los testimonios, ayudan a tener nuestra propia memoria histórica. No hace falta tener abuelos enterrados en una cuneta anónima, o quemados en un horno, para vivir afectados por tales hechos, para vernos reflejados como víctimas y como verdugos, para temer las cunetas y los hornos de hoy, o la locura colectiva de hacer pasar por normal lo que debería ser motivo de tratamiento psiquiátrico.

martes, 14 de octubre de 2008

animales

No. Muy racionales no somos.

No fue un Diseño Inteligente sino la animal evolución la que nos llevó a la cumbre de la pirámide depredadora, en una escalada grupal más que individual. Por ello a falta de leones y sabana, los aguerridos machos cazadores vierten sus hormonas en la peligrosa caza de otros felinos en la llanura toledana, y muestran con satisfacción sus trofeos.

Vaya. Exceso de expectativas. No es tanto que me apenen los gatos, los toros, las cabras y los gallos, como la satisfacción de los humanos matando. Sin vergüenza.

viernes, 10 de octubre de 2008

evolución y creacionismo

Hay algún que otro blog revuelto por un artículo reciente de Juan Manuel de Prada. La verdad es que recuerdo tener la revista en mis manos, llegar a la página del artículo, mirar someramente las primeras frases..., y pasar a otra cosa.

El Creacionismo, o su maquillada denominación de Diseño Inteligente, se basa en esencia en una simple cosa: ¡por Dios!, el ser humano es taaaannn especial, que de alguna forma solo puede explicarse por ... Dios. Nuestras peculiares características constituyen un salto cualitativo inexplicable de cualquier otra forma que no sea invocando ese Algo convencionalmente designado como Dios. La Ciencia podrá explicar otras cosas, pero al llegar a nuestra esencia humana, a nuestro misterio último, a ese Non Plus Ultra, debe rendirse a la evidencia de sus límites y no empeñarse en negar nuestro divino origen.

A veces los que admiramos los logros de la Ciencia y los científicos nos olvidamos de que por mucha ciencia que uno haga, y mucho raciocinio, lógica y método que se aplique, al final todos somos humanos, científicos incluidos como el que más.

Y ¿que es "ser humano"? Según la teoría de la evolución, es ser un animal débil como individuo, que necesita para sobrevivir del grupo, y que se ha de valer de factores ajenos a su propia fuerza física. Lo que en algún momento dio a cierto grupo de homínidos una ventaja evolutiva clave no fue tanto un rasgo físico externo (más fuerza, más rapidez, una posición erguida) como una mejor conducta de grupo, relacionada con una mayor capacidad de representar y de comunicar.

La comunicación es esencial para coordinar al grupo, y existe en todos los animales. Todos los animales deben tener una cierta representación del mundo. En el caso humano la comunicación es más rica y se puede hacer perdurable de una generación a otra. La representación del mundo es más abstracta y permite proyectar planes sobre elementos no presentes.

El humano prehistórico creó representaciones de los fenómenos y explicaciones de los mismos. Ahora las llamamos mágicas, pero en cualquier caso los mitos, los rituales, la magia, servían a la supervivencia del grupo. En las civilizaciones de milenios recientes esa explicación mágica se mantuvo pero se refinó hasta llegar a lo que hoy denominamos explicación divina, con varios o un sólo dios.

Para la supervivencia del grupo es importante la especialización, el reparto de tareas, la organización. Hubo un grupo especial, los elegidos que conectaban con los dioses y revelaban la Verdad a los demás, y eran poseedores de un gran poder. Sería difícil poner en duda la utilidad que ha tenido la creencia religiosa en el proceso de desarrollo de la comunidad humana, y la influencia del poder religioso.

Desde hace unos siglos la comprensión racional del mundo ha permitido un creciente dominio sobre nuestro entorno, una capacidad de manipulación de la materia, y de creación de riqueza. El desarrollo científico y tecnológico ha pasado a ser un factor de poder, y a competir con el poder religioso. Esta suficiencia racional reciente, fruto de ese barniz cerebral que supone el neocortex, nos engaña, y oculta que seguimos en esencia regidos por el cerebro animal primitivo, y siendo anímica y psicológicamente tan frágiles como hace miles de años.

Seguimos necesitando creer, y que nos den explicaciones mágicas. Permitimos que las explicaciones mágicas vengan de la Ciencia cuando se trata de aceptar, con palabras incomprensibles, que la imagen que veo en mi televisión corresponde a algo que sucede ahora en el otro extremo del mundo. Pero nos encantan las novelas fantásticas, los misterios de extraterrestres, los espíritus, y demás arcanos insondables. Necesitamos de ello. Somos así.

Hay personas jóvenes, educadas, universitarias, racionales, que pueden mostrarse incrédulas de que el hombre haya pisado la Luna, y sin embargo creer sin problemas en misteriosos fenómenos paranormales. Al igual que el niño no estima la dificultad de que tres señores, o uno gordo, repartan en una noche millones de objetos de un elevado coste, y lo cree posible, otras personas no estiman la "facilidad" de que el hombre llegara a la Luna en 1969, tras años de aviones y cohetes, de satélites en órbita, y elementos electrónicos de control suficientemente probados. Más fácil que orquestar un engaño masivo durante años con decenas de miles de implicados, incluidos los enemigos soviéticos. Pero más importante que la Verdad, ese concepto sobrevalorado, es sentirnos a gustito con nuestro credo.

Necesitamos sentirnos especiales. La Ciencia nos hace muy especiales por el grado de comprensión, pero también nos relega a una humilde posición difícil de digerir. Anda que si al final simplemente somos frutos del azar y la necesidad... En este intento desesperado por salvar lo divino sin renunciar a lo científico, es comprensible la elaboración de algo como el Diseño Inteligente, que pueda parecer científico y no ser tan tosco como el original Creacionismo, aunque consiguiendo el mismo objetivo. Todo puede verse como el desenlace del proceso evolutivo darwiniano. ¡Qué monos somos!

Pero el excelente grado evolutivo que hemos alcanzado, y la relevancia creciente de la Ciencia, se manifiesta en el propio Diseño Inteligente. Ni éste, ni tan siquiera Juan Manuel de Prada, han invocado la necesidad de un Diseñador Divino para explicar el tremendo salto cualitativo entre el infinito contable de los enteros y racionales, y el siguiente infinito de los reales, radicalmente más infinito. Y qué decir de los transfinitos, por Cantor bendito. Ni han invocado la intervención divina como razón del Teorema de incompletitud de Gödel, o del carácter trascendente de pi, o de la imposibilidad del móvil perpetuo. Pero ojo, no siempre fue así. Un legislador americano (no, no es la candidata Palin) quiso establecer por ley que el valor del número pi era 3,2. Pasaron muchos años hasta que las oficinas de patentes dejaron claro que no considerarían invento alguno que pretendiese ser un móvil perpetuo. Las medidas higiénicas en la práctica médica tienen poco más de un siglo. Vamos evolucionando.

Como ciudadanos del siglo XXI debemos ser conscientes de nuestra "base" animal primitiva, que lo es todo salvo por una fina cutícula muy reciente. Pero en honor de esa fina cutícula debemos decidir en qué creer para segun qué cosas, y qué conocimientos deben recibir los escolares. ¿Igualar Fisica Aristotélica y Mecánica de Newton? No. La primera es de gran interés para el filósofo o el historiador. Para el ingeniero mejor la segunda. ¿Emparejar química y alquimia? Ni el religioso más fervoroso las confundiría hoy en día. Aunque si se trata de escribir novelas de ficción, todo puede valer.

Pero ¿cómo se ha llegado a semejante situación de fe en la Ciencia? ¿Es porque los medios de comunicación han alterado la realidad impidiendo una cabal comprensión de pi, de la matemática, la física, la química ...?

¿Es porque los científicos han engañado , hipnotizado, formateado y abducido a las personas? ¿Quizá el GPS no funciona por una aplicación de los abstractos conocimientos científicos y aplicados desarrollos de ingeniería, sino por intermediación de espíritus o hadas o ángeles, y esa terrible conjura cientifista nos lo está ocultando? ¿Acaso no estaba ya el GPS en Su Tablero de Diseño?

Y de tener que decidir entre dos propuestas para combatir la creciente resistencia bacteriana a los antibióticos, ¿equipararemos teoría evolutiva y diseño inteligente? Ay, Señor, Señor, que el monstruoso spaghetti volador nos coja confesados.

lunes, 6 de octubre de 2008

Charting the Universe

Humoroso vértigo poético del genial Julio Cortázar (suya es la cursiva del verso):

A la misma hora en que un hombre en Palomar ve caer en sus ojos las galaxias
(Trompa de Elefante, Comus, 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000 de siglos luz,
y no es nada, el telescopio empieza apenas su pesca
submarina la misma hora que ese hombre comprende que lo que está viendo es la abstracción
de algo que no verá nunca, un olvido casi del absurdo que lo deja asomarse
por Palomar a las palomas a millones trillones billones de palomas)
a esa misma hora un hombre en la Universidad de Toledo
(si Toledo tiene una Universidad)
completa su décimo volumen de trabajos
sobre la función del adjetivo en las obras de Fernán Vieyra de Rojas,
de manera que mañana en las librerías una al lado de otra
habrá una monografía con fotos de Palomar
y un largo estudio sobre el adjetivo
y no es posible que esto sea verdad
y que aceptemos su verdad y sigamos caminando
por Palomar o por Toledo,
tan panchos, tan contentos, tan seguros
de ser alguna cosa en esta insensatez perfecta.