jueves, 26 de marzo de 2009

La herencia de Mendel

En Biología hay tres problemas básicos:

  • La evolución: ¿Cómo aparece la vida y evoluciona hasta el presente?
  • El desarrollo: ¿Cómo se consigue un organismo adulto a partir de un huevo?
  • La herencia: ¿Por qué los hijos se parecen a los padres?

Respecto a la herencia, a lo largo de la historia los hombres han ido seleccionando especies, tanto vegetales como animales, para que presentaran características cada vez más favorables a sus intereses, y acumulando un conocimiento empírico respecto a los procesos de cruce y selección de individuos. En estos es básico el aspecto sexual : hay que unir las contribuciones masculina y femenina para conseguir un huevo fertilizado que se desarrolle en individuo.

Pero ¿cómo operan, interaccionan o se combinan esas dos contribuciones o "factores"?

Como la naturaleza es bastante complicada y no ofrece sus secretos fácilmente, no queda más remedio que manipularla, tronchar su complejidad, y atacar algún caso sencillo.

A mediados del siglo XIX Gregor Mendel se ocupó de investigar tales cuestiones aplicando el método científico. De joven trabajó de jardinero y estudio apicultura. De su estancia en la Universidad de Viena aprovechó la influencia del físico Doppler, que animaba a aprender la ciencia experimentando y emplear las matemáticas para ayudar a explicar los hechos observados; también la del botánico Unger, que despertó en Mendel el interés por la variabilidad en las plantas y su origen.

El resultado de muchos años de trabajo lo plasmó Mendel en un artículo que hoy puede consultarse, en inglés.

Mendel eligió una especie muy idónea para el éxito experimental, pisum sativum, un tipo de guisante. En estas plantas se fijó en una serie de caracteres externamente reconocibles: el color de las semillas, el de las vainas, el de las flores; el tipo de piel de la semilla; la forma de la vaina; la ubicación de la flor en la planta; la altura de la planta. Había un gran número de variedades puras, lo que le permitió encontrar para cada carácter por separado dos variedades con valores claramente diferenciables. Por ejemplo una variedad con semillas de piel lisa, y otra con semillas de piel arrugada, pero que coincidían en el resto de caracteres indicados (color de la semilla, de la vaina, de la flor, etc). Además "puras" quiere decir que cruzando dos plantas de una misma especie pura se obtienen sucesivas generaciones (tantas como se quiera) con los mismos caracteres.

Otro factor favorable al éxito experimental es que la configuración particular de los estambres (productores de los gametos o células germinales masculinas) y el carpelo (la parte femenina) dentro de la flor facilitan controlar estrictamente la polinización, y asegurar que al efectuar un cruce el "padre" es el deseado y no otro.

Mendel estableció dos resultados fundamentales.

1.- Para cada carácter , las contribuciones genéticas paterna y materna recibidas por un individuo son transmitidas a su descendencia de forma independiente e inalterada: en la formación de gametos del hijo los factores paterno y materno se segregan.

2.- Las contribuciones o factores correspondientes a distintos caracteres se transmiten de forma independiente.

Para este segundo resultado cruzó plantas de variedades que diferían a la vez no en uno sólo (como hizo para el primer resultado), sino en dos factores, por ejemplo cruzando una planta pura de semillas de color amarillo y de piel lisa con otra pura de semillas de color verde y de piel rugosa.

Aunque los trabajos de Mendel no tuvieron repercusión inmediata en la fecha de su publicación, 1865, se redescubriron en 1900 cuando dos personas (Hugo de Vries y Karl Correns) de forma independiente obtuvieron similares conclusiones y se encontaron con que el bueno de Mendel se les había adelantado. No puedo imaginar los juramentos que se verterían. Pero ese es un mecanismo de la ciencia, los resultados deben ser reproducibles por distintos experimentadores.

Claro que el propio Mendel sufrió al parecer la cruel venganza de la ciencia y de la naturaleza. De la ciencia, pues su trabajo no encontró la acogida debida, y uno de los botánicos más relevantes, Nägeli, le recomendó proseguir sus investigaciones con una planta, Hieracium. Y aquí la naturaleza se vengó, pues dicha planta se reproduce asexualmente. De modo que Mendel no pudo obtener resultados similares a los obtenidos con el guisante pisum sativum, y acabó dedicándose a las abejas y a sus cargos eclesiásticos.

Las leyes de Mendel resultan ser verdad en las circunstancias específicas tratadas. Además reflejan un conocimiento que en términos informáticos podríamos llamar de "caja negra", de tipo descriptivo y funcional. La clarificación del porqué de esas leyes, y sus limitaciones, se consigue con el conocimiento de "caja blanca", en que vemos los entresijos de la maquinaria detrás de las descripciones.

Hoy en día suelen presentarse didácticamente las leyes de Mendel después de abordar la estructura celular, la existencia de cromosomas, cómo es la meiosis, el concepto de gen y todo lo que afecta a su expresión. Entonces los diversos tipos de herencia pueden relacionarse con los mecanismos básicos.

Por ejemplo, los caracteres estudiados por Mendel son influidos por un sólo gen, que presenta sólo dos posibles alelos (dos secuencias diferentes de aminoácidos en un lugar concreto de la cadena de DNA).

La dominancia de un alelo y recesividad del otro se relacionan con el efecto que tiene la transcripción del gen en proteínas. Por ejemplo, el gen controla un paso en una serie de reacciones químicas, y el alelo dominante codifica una proteína funcional mientras que el recesivo produce una proteína no operativa.

La segregación de los factores materno y paterno corresponde a la existencia de pares de cromosomas homólogos y a cómo se dividen durante la meiosis para producir los gametos masculinos y femeninos.

La independencia de herencia de diferentes caracteres se explica por su situación en diferentes cromosomas y por cómo se produce la meiosis.

Pero la naturaleza da para mucho más.

Cada par de cromosomas homólogos son similares (contienen los mismos genes, aunque puede que con diferentes alelos), salvo el par de cromosomas sexuales X e Y; hay genes ligados al sexo, presentes sólo en uno u otro de los cromosomas sexuales.

No sólo hay genes con dos alelos, los hay con 3 o muchas más variantes.

No sólo hay genes que afecten a un único carácter, los hay que afectan a muchos caracteres a la vez (pleiotropía).

No sólo hay caracteres determinados por un único gen, muchos caracteres se determinan por más de un gen (herencia poligénica), y en ocasiones el efecto final de un gen depende de otro que le influye (epistasia).

No se heredan de forma independiente los caracteres correspondientes a genes situados en el mismo cromosoma, pero tampoco se heredan conjuntamente siempre. A veces en la meiosis se da el fenómeno de entrecruzamiento que permite a un par de cromosomas homólogos (uno proveniente del aporte masculino y el otro del femenino) intercambiar secuencias genéticas.

Además el ambiente puede ser determinante en el fenotipo obtenido a partir de un genotipo dado.

Y como se ha indicado antes, ¡no todos los organismos se reproducen siempre sexualmente!

De modo que la realidad es mas complicada de lo que desearíamos para explicarla con brevedad y sencillez, pero no tanto como para impedir desvelar muchos de sus antiguos misterios.

martes, 10 de febrero de 2009

Darwin

El bicentenario del nacimiento de Darwin, y sesquicentenario de la publicación de El origen de las especies, es una buena excusa para aprender algo sobre Biología.

Hoy en día esta es la ciencia con resultados más numerosos y de más calado, y con una repercusión mediática creciente, sobre todo por las previsibles aplicaciones médicas de las investigaciones genéticas.

Cada día podemos encontrar novedades como


La avalancha de estudios y resultados es continua, y su impacto en la vida de los humanos es más cercano de lo que pueda suponer encontrar el bosón de Higgs.

Gran parte de esos resultados corresponden más específicamente al ámbito de la Biología Molecular. Inexistente en los tiempos de Darwin, es ahora un puntal básico que afianza la teoría de la evolución.

La teoría de Darwin tiene dos partes. La primera dice: hay evolución, una nueva especie surge a partir de otra previa mediante la descendencia con modificaciones; las especies actuales pueden resultar de la diversificación a partir de un ancestro común. Darwin no sabía el mecanismo de la herencia ni de las modificaciones, pero postulaba que podían darse de forma espontánea. Muchos aceptaron pronto, y muy pocos discuten hoy, la realidad contrastada del proceso evolutivo.

Más polémica resultó la segunda parte expuesta por Darwin: el mecanismo de la evolución es la selección natural. En unas circunstancias ambientales dadas, algunas modificaciones heredables pueden dar ventajas de supervivencia y reproducción a unos individuos respecto a otros, de modo que esos factores ventajosos se acumulen de generación en generación.

La existencia de herencia, y los cambios en la misma son la causa de la evolución. Pero la dirección de esta la marca la selección natural.

Hoy en día es incuestionable la existencia de la herencia, localizada como información en la molécula de ADN, y como proceso en la maquinaria celular que replica el ADN y que en la meiosis da lugar a los gametos o células germinales. Este proceso fiel pero delicado abre la puerta a la variabilidad, las mutaciones, la descendencia con cambio.

Lo que científicamente sigue debatiéndose es si la dirección de la evolución la marca o no la selección natural, y en qué nivel opera esta. Una visión actual del debate puede encontrarse en el número monográfico de enero de Investigación y Ciencia, sobre la actualidad y alcance de la teoría de Darwin.

En el artículo "Genética de la selección natural", de H. Allen Orr, se cita un mecanismo alternativo a la selección natural, el de evolución neutra y deriva genética. Consiste está en la acumulación de mutaciones aleatorias que no tienen efectos favorables ni desfavorables sobre la superviviencia del individuo. Los últimos estudios indican que la teoría neutralista subestima el poder de la selección natural, que como poco es responsable de un 20% de la divergencia genética de las especies estudiadas. Se presentan otros resultados que avalan la vigencia de la selección natural como determinante de la evolución.

Otro artículo interesante y complejo, "Evolución por el bien del grupo", refleja otro frente abierto, en qué nivel actua la selección natural. Se defiende que esta puede actuar de forma multinivel: entre los genes dentro de los individuos (el gen egoista de Richard Dawkins), entre los individuos dentro de los grupos (la propuesta de Darwin), y entre los grupos dentro de las poblaciones (la selección de grupo). La selección a un nivel inferior puede deshabilitar la del nivel superior, pero según cada caso puede operar en varios niveles a la vez.

Un tercer artículo, "Del átomo al carácter", describe varios mecanismos moleculares de la variación, y ejemplos de sus efectos para diferenciar entre especies o entre individuos de una misma especie. En la especie humana hay modificaciones evolutivamente recientes, que afectan al color de la piel, la tolerancia a la lactosa o la digestión del almidón. Todas esas variaciones ventajosamente adaptativas surgen de la variabilidad aleatoria simple. La biología molecular explica la descendencia con modificaciones, que Darwin postuló sin poder explicar sus causas últimas, razón de las críticas de John Herschel, que pensaba que los nuevos rasgos útiles requerían "mente, plan, diseño, con la exclusión lisa y llana del azar como sujeto y del concurso casual de los átomos".

Hoy en día algunos siguen a vueltas con el Dioseñador Inteligente, y hay un artículo al respecto en ese número monográfico, "Estratagemas del creacionismo". Pero la tarea apasionante (y asombrosa) de la ciencia biológica es la comprensión cabal de la vida, explicada en base a los principios de la física y la química, empleando única y exclusivamente procesos naturales. La "Dioseñadora" a descubrir y admirar es la propia Naturaleza, su composición, sus leyes, su devenir. Puede no resultar inteligente del todo, caprichosa e imprevisible a veces, pero es muy, muy paciente. Ha tenido todo el tiempo del mundo.

Y para celebrar a Darwin, un extracto de su libro

As many more individuals of each species are born than can possibly survive; and as, consequently, there is a frequently recurring struggle for existence, it follows that any being, if it vary however slightly in any manner profitable to itself, under the complex and sometimes varying conditions of life, will have a better chance of surviving, and thus be naturally selected. From the strong principle of inheritance, any selected variety will tend to propagate its new and modified form.


que traducido viene a decir

Como nacen muchos más individuos de cada especie que los que pueden sobrevivir, y como, por consecuencia, hay una lucha por la existencia frecuentemente, se sigue que cualquier ser, si varía, por ligeramente que sea, de una manera provechosa para sí mismo, bajo las condiciones complejas y algunsa veces variables de la vida, tendrá una probabilidad mayor de sobrevivir, y de este modo será naturalmente selecto. Por el fuerte principio de la herencia, cualquier variedad selecta tenderá a propagar su forma nueva y modificada

miércoles, 5 de noviembre de 2008

change has come

A veces sí tiene sentido utilizar esa desprestigiada palabra "histórica" y hoy sin duda Barack Obama se lo merece.

Quizá sean oportunas unas hojas de hierba de Walt Whitman

La grandeza de la naturaleza o de la nación serían monstruosas si no se correspondieran con la grandeza y la generosidad de espíritu de los ciudadanos. Ni la naturaleza ni los estados populosos ni las calles ni los vapores ni los prósperos negocios ni las granjas ni el capital ni el conocimiento son suficientes para el ideal del hombre... ni son suficientes para el poeta. Tampoco son suficientes los recuerdos. Una nación viva siempre puede dejar una huella profunda y puede tener la mejor autoridad, que es la más barata... la que surge de su propia alma. Esta es la suma de los usos provechosos de los individuos y de los estados y de la acción presente y de la grandeza y de los temas de los poetas.


Los temas de los poetas, que se aprecian en el Victory Speech o discurso de la victoria del nuevo presidente norteamericano.




O en su famoso a more perfect union, o discurso sobre la raza.





Un discurso sólido, claro, ponderado, penetrante, argumentativo, inteligente. Las palabras no lo son todo, a veces casi nada, pero qué raro es encontrar en los dirigentes del mundo algo alejado de las simplificaciones o de la fácil exacerbación del enfrentamiento, algo que analice y se enfrente a la difícil multiplicidad poliédrica y tornasolada del mundo.

Como se refleja en esta opinión en el New York Times

Esta fue una elección transformativa, pero no porque hubiese un bandazo hacia la izquierda o un inequívoco rechazo a la derecha. La cultura está confusa, como siempre. El matrimonio homosexual perdió en la liberal California, en Florida y Arizona. Pero las restricciones al aborto no se respaldaron en la conservadora Dakota del Sur. Y el 73 por ciento de votantes en Colorado no estuvieron de acuerdo con el argumento mantenido hace mucho por los republicanos de que la vida humana comienza en la concepción.


lo que nos debe hacer ver que tampoco se puede hablar de los Estados Unidos de América como si fuesen algo monolítico, fácil de describir o entender.

En cuanto a la importancia de la raza, desde luego es relevante la elección de un hombre negro, porque ese factor no ha impedido la elección, pero sobre todo porque ese no ha sido el factor que ha determinado el resultado, sino, como indica Timothy Egan en la referida opinión

porque es más inteligente, con mejores ideas, demostrando liderazgo bajo presión. Fue una victoria de la meritocracia.


Quizá eso pueda explicar que el racialmente intolerante tío Chuck votase por Obama.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Seminci 2008 toma 2

Concluyó la Seminci 2008 con buen estómago y el frasco roto.

La espiga de oro a Estómago puede ser acertada, aunque a mí no me pareciera completamente redonda, para un 7,5 más que para un 8. Pero es una historia interesante, original, con aspectos cómicos y trágicos, y un protagonista Raimundo Nonato con mucho arte culinario. Es una película con recorrido asegurado en las salas comerciales con o sin espiga, lo que es aplicable también a la espiga de plata, El frasco, a la que sí pondría un 8. Es una película amable, de las que la gente puede ir a ver el fin de semana para reír y tener su dosis de comedia romántica, sin que tal denominación tenga parecido con las muchas bazofias americanas catalogadas como tales. El mayor mérito es conseguir la risa y la conexión del espectador con los dos protagonistas en una historia extremadamente simple, donde Dario Grandinetti hace creíble su mudo.

No tan fácil de ver (no digamos de entender sin subtítulos en español, menos mal que ayudaban algo en inglés) ni tan lograda (le pongo un 6), es Villa, las peripecias por separado de 3 jóvenes de ese barrio marginal para conseguir ver el primer partido de la selección argentina en el mundial de Corea y Japón. Hay una cierta dispersión en la narración, que no acaba de cuajar.

Sí cuaja y es agradable de seguir la historia del Captain Abu Rae, con una correcta factura y un personaje protagonista eficazmente interpretado. Como para un 7.

Una sorpresa agradable, dadas las críticas un tanto neutras o negativas de algunos críticos (una vez más me queda claro que cada persona asistente a una misma proyección ve una película diferente), resultó ser Adoration de Atom Egoyan, para mí entre las merecedoras de un 8. Una historia que plantea dos temas de plena actualidad, el choque de culturas por un lado, y la relevancia (o irrelevancia) de la distinción entre verdad y ficción en la era internet, y cómo estos temas generales se resuelven en el caso de la historia personal del joven protagonista.

Puede decirse que este año en el aspecto cinematográfico y de repercusión en los medios la Seminci aprueba con nota, claro que en otros aspectos queda mucho por andar.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Seminci 2008 toma 1

Ya estamos casi a la mitad de la 53 edición de la Seminci vallisoletana. Hasta ahora las películas que he visto tienen que ver con la memoria histórica, de tanta actualidad a raíz de la ley de memoria histórica del gobierno Zapatero, y de la reciente instrucción del juez Garzón.

En el caso de la película polaca RYSA (rasguño), de Punto de Encuentro, el pasado del régimen comunista hace estallar una prolongada relación de pareja cuando un antiguo miembro del partido desvela el origen de la pareja como un caso de espionaje. Tras años de convivencia y una hija en común, ¿es verdad que ese compañero era un espía del aparato para investigar al padre de ella? Bueno, la película no es explícita y es fácil perderse (al margen de las propias dificultades, los comentarios de las butacas próximas son reveladores), pero el cambio súbito de actitud de la esposa respecto al marido, que se aísla y más tarde deja el hogar común, con una conducta un tanto inestable, indican la veracidad del testimonio. No es una película fácil de ver, pierde a veces el ritmo, aunque la historia es interesante. Pongamos que un 6.

Otra memoria, esta sí de la guerra civil española, es la de "La mujer del anarquista", coproducción germano-franco-española. Una historia de amor, un enfrentamiento entre hermanos, las vilezas de la guerra frente a los supuestos altos ideales a defender, el exilio a Francia del anarquista y el reencuentro con su mujer e hija tras años de separación. Un tanto larga en metraje, a veces poco convincente, pero en general aceptable, para otro 6.

Una tercera memoria es la expresada muy satisfactoriamente en "Plus tard, tu comprendras". Situada en Francia, durante el proceso contra Klaus Barbie, plantea la angustia del protagonista por conocer la verdad sobre el destino de sus abuelos maternos, judíos de origen ruso establecidos en Francia a principios del siglo XX. El protagonista recurre a todas las fuentes documentales que puede, pero no consigue información alguna de su madre, que elude siempre hablar del tema. Pero al final esa madre dará testimonio de lo acaecido no a su hijo sino a sus nietos. Es más fácil hablar de algo tan difícil con una generación de por medio. En la escena final unas funcionarias determinan las compensaciones económicas que el estado francés reconoce por la desaparición de sus abuelos maternos, detallando las cantidades en base a tarifas bien establecidas. Nuestro protagonista acaba saliendo de la sala. En la anterior escena a esta última, muerta la madre, sus múltiples bienes son tasados por un experto con precisión exquisita. En ambas podemos compartir la estupefacción, la incomprensión del protagonista. Hay que destacar la actuación de éste, el tempo, y la transmisión de emociones. De momento lo que más me ha gustado, un 8.

La memoria implicada en la cuarta película, "Una cierta verdad", es la de los enfermos mentales tratados en un hospital psiquiátrico. Con un metraje de más de dos horas y formato documental, algunos espectadores abandonaron la sala. No es que sea una película para ir a entretenerse el fin de semana, pero desde luego no es aburrida, y más de una vez arranca la risa del espectador, sobre todo a través de los comentarios del paciente de mayor presencia. En su discurso delirante y sin embargo plenamente argumentativo se deslizan perlas que cualquiera de los espectadores "normales" podría suscribir. Un 7.

En general todas las películas reflejan la importancia de la proyección del pasado sobre la vivencia presente, tanto si ese pasado es oculto o es claro, si es cierto o es falso. La memoria histórica no se puede obviar, pero es algo sobre todo personal e íntimo, donde no llegan las leyes escritas o las compensaciones económicas. La memoria histórica afecta al presente, y por tanto también al futuro.

Las películas, los libros, los documentales, los testimonios, ayudan a tener nuestra propia memoria histórica. No hace falta tener abuelos enterrados en una cuneta anónima, o quemados en un horno, para vivir afectados por tales hechos, para vernos reflejados como víctimas y como verdugos, para temer las cunetas y los hornos de hoy, o la locura colectiva de hacer pasar por normal lo que debería ser motivo de tratamiento psiquiátrico.

martes, 14 de octubre de 2008

animales

No. Muy racionales no somos.

No fue un Diseño Inteligente sino la animal evolución la que nos llevó a la cumbre de la pirámide depredadora, en una escalada grupal más que individual. Por ello a falta de leones y sabana, los aguerridos machos cazadores vierten sus hormonas en la peligrosa caza de otros felinos en la llanura toledana, y muestran con satisfacción sus trofeos.

Vaya. Exceso de expectativas. No es tanto que me apenen los gatos, los toros, las cabras y los gallos, como la satisfacción de los humanos matando. Sin vergüenza.

viernes, 10 de octubre de 2008

evolución y creacionismo

Hay algún que otro blog revuelto por un artículo reciente de Juan Manuel de Prada. La verdad es que recuerdo tener la revista en mis manos, llegar a la página del artículo, mirar someramente las primeras frases..., y pasar a otra cosa.

El Creacionismo, o su maquillada denominación de Diseño Inteligente, se basa en esencia en una simple cosa: ¡por Dios!, el ser humano es taaaannn especial, que de alguna forma solo puede explicarse por ... Dios. Nuestras peculiares características constituyen un salto cualitativo inexplicable de cualquier otra forma que no sea invocando ese Algo convencionalmente designado como Dios. La Ciencia podrá explicar otras cosas, pero al llegar a nuestra esencia humana, a nuestro misterio último, a ese Non Plus Ultra, debe rendirse a la evidencia de sus límites y no empeñarse en negar nuestro divino origen.

A veces los que admiramos los logros de la Ciencia y los científicos nos olvidamos de que por mucha ciencia que uno haga, y mucho raciocinio, lógica y método que se aplique, al final todos somos humanos, científicos incluidos como el que más.

Y ¿que es "ser humano"? Según la teoría de la evolución, es ser un animal débil como individuo, que necesita para sobrevivir del grupo, y que se ha de valer de factores ajenos a su propia fuerza física. Lo que en algún momento dio a cierto grupo de homínidos una ventaja evolutiva clave no fue tanto un rasgo físico externo (más fuerza, más rapidez, una posición erguida) como una mejor conducta de grupo, relacionada con una mayor capacidad de representar y de comunicar.

La comunicación es esencial para coordinar al grupo, y existe en todos los animales. Todos los animales deben tener una cierta representación del mundo. En el caso humano la comunicación es más rica y se puede hacer perdurable de una generación a otra. La representación del mundo es más abstracta y permite proyectar planes sobre elementos no presentes.

El humano prehistórico creó representaciones de los fenómenos y explicaciones de los mismos. Ahora las llamamos mágicas, pero en cualquier caso los mitos, los rituales, la magia, servían a la supervivencia del grupo. En las civilizaciones de milenios recientes esa explicación mágica se mantuvo pero se refinó hasta llegar a lo que hoy denominamos explicación divina, con varios o un sólo dios.

Para la supervivencia del grupo es importante la especialización, el reparto de tareas, la organización. Hubo un grupo especial, los elegidos que conectaban con los dioses y revelaban la Verdad a los demás, y eran poseedores de un gran poder. Sería difícil poner en duda la utilidad que ha tenido la creencia religiosa en el proceso de desarrollo de la comunidad humana, y la influencia del poder religioso.

Desde hace unos siglos la comprensión racional del mundo ha permitido un creciente dominio sobre nuestro entorno, una capacidad de manipulación de la materia, y de creación de riqueza. El desarrollo científico y tecnológico ha pasado a ser un factor de poder, y a competir con el poder religioso. Esta suficiencia racional reciente, fruto de ese barniz cerebral que supone el neocortex, nos engaña, y oculta que seguimos en esencia regidos por el cerebro animal primitivo, y siendo anímica y psicológicamente tan frágiles como hace miles de años.

Seguimos necesitando creer, y que nos den explicaciones mágicas. Permitimos que las explicaciones mágicas vengan de la Ciencia cuando se trata de aceptar, con palabras incomprensibles, que la imagen que veo en mi televisión corresponde a algo que sucede ahora en el otro extremo del mundo. Pero nos encantan las novelas fantásticas, los misterios de extraterrestres, los espíritus, y demás arcanos insondables. Necesitamos de ello. Somos así.

Hay personas jóvenes, educadas, universitarias, racionales, que pueden mostrarse incrédulas de que el hombre haya pisado la Luna, y sin embargo creer sin problemas en misteriosos fenómenos paranormales. Al igual que el niño no estima la dificultad de que tres señores, o uno gordo, repartan en una noche millones de objetos de un elevado coste, y lo cree posible, otras personas no estiman la "facilidad" de que el hombre llegara a la Luna en 1969, tras años de aviones y cohetes, de satélites en órbita, y elementos electrónicos de control suficientemente probados. Más fácil que orquestar un engaño masivo durante años con decenas de miles de implicados, incluidos los enemigos soviéticos. Pero más importante que la Verdad, ese concepto sobrevalorado, es sentirnos a gustito con nuestro credo.

Necesitamos sentirnos especiales. La Ciencia nos hace muy especiales por el grado de comprensión, pero también nos relega a una humilde posición difícil de digerir. Anda que si al final simplemente somos frutos del azar y la necesidad... En este intento desesperado por salvar lo divino sin renunciar a lo científico, es comprensible la elaboración de algo como el Diseño Inteligente, que pueda parecer científico y no ser tan tosco como el original Creacionismo, aunque consiguiendo el mismo objetivo. Todo puede verse como el desenlace del proceso evolutivo darwiniano. ¡Qué monos somos!

Pero el excelente grado evolutivo que hemos alcanzado, y la relevancia creciente de la Ciencia, se manifiesta en el propio Diseño Inteligente. Ni éste, ni tan siquiera Juan Manuel de Prada, han invocado la necesidad de un Diseñador Divino para explicar el tremendo salto cualitativo entre el infinito contable de los enteros y racionales, y el siguiente infinito de los reales, radicalmente más infinito. Y qué decir de los transfinitos, por Cantor bendito. Ni han invocado la intervención divina como razón del Teorema de incompletitud de Gödel, o del carácter trascendente de pi, o de la imposibilidad del móvil perpetuo. Pero ojo, no siempre fue así. Un legislador americano (no, no es la candidata Palin) quiso establecer por ley que el valor del número pi era 3,2. Pasaron muchos años hasta que las oficinas de patentes dejaron claro que no considerarían invento alguno que pretendiese ser un móvil perpetuo. Las medidas higiénicas en la práctica médica tienen poco más de un siglo. Vamos evolucionando.

Como ciudadanos del siglo XXI debemos ser conscientes de nuestra "base" animal primitiva, que lo es todo salvo por una fina cutícula muy reciente. Pero en honor de esa fina cutícula debemos decidir en qué creer para segun qué cosas, y qué conocimientos deben recibir los escolares. ¿Igualar Fisica Aristotélica y Mecánica de Newton? No. La primera es de gran interés para el filósofo o el historiador. Para el ingeniero mejor la segunda. ¿Emparejar química y alquimia? Ni el religioso más fervoroso las confundiría hoy en día. Aunque si se trata de escribir novelas de ficción, todo puede valer.

Pero ¿cómo se ha llegado a semejante situación de fe en la Ciencia? ¿Es porque los medios de comunicación han alterado la realidad impidiendo una cabal comprensión de pi, de la matemática, la física, la química ...?

¿Es porque los científicos han engañado , hipnotizado, formateado y abducido a las personas? ¿Quizá el GPS no funciona por una aplicación de los abstractos conocimientos científicos y aplicados desarrollos de ingeniería, sino por intermediación de espíritus o hadas o ángeles, y esa terrible conjura cientifista nos lo está ocultando? ¿Acaso no estaba ya el GPS en Su Tablero de Diseño?

Y de tener que decidir entre dos propuestas para combatir la creciente resistencia bacteriana a los antibióticos, ¿equipararemos teoría evolutiva y diseño inteligente? Ay, Señor, Señor, que el monstruoso spaghetti volador nos coja confesados.