¿Quién menoscaba mis bienes? / Desdenes
Y ¿quién aumenta mis duelos? / Los celos
Y ¿quién prueba mi paciencia? / Ausencia
De este modo en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.
¿Quién me causa este dolor? / Amor
Y ¿quién mi gloria repuna? / Fortuna
Y ¿quién consiente mi duelo? / El cielo
De ese modo yo recelo
morir deste mal extraño
pues se aunan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.
Y ¿quién mejorará mi suerte? / La muerte
Y el bien de amor ¿quién le alcanza? / Mudanza
Y sus males ¿quién los cura? / Locura
De ese modo no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.
En fin, sobre la poesía se ha dicho mucho, en ella confluyen la belleza, el amor, la muerte, lo eterno, lo transitorio, pero el caso es que además de todo eso en ocasiones aflora, queriéndolo o no, el humor, la sonrisa o la franca risa, sobre todo al tratar el tema amoroso. ¿No tienen esos versos de Cervantes una buena carga de humor? Uno de mis favoritos para reírme a gusto es Pierre de Ronsard, pero tampoco está nada mal Baltasar del Alcázar con su canción
Tres cosas me tienen preso / de amores el corazón:
la bella Inés, y jamón / y berenjenas con queso.
Una Inés, amantes, es / quien tuvo en mí tal poder
que me hizo aborrecer / todo lo que no era Inés.
Trájome un año sin seso, / hasta que en una ocasión
me dió a merendar jamón / y berenjenas con queso.
Fue de Inés la primera palma; / pero ya juzgarse ha mal
entre todos ellos cuál / tiene más parte en mi alma.
En gusto, medida y peso / no les hallo distinción:
ya quiero Inés, ya jamón, / ya berenjenas con queso.
Alega Inés su beldad; / el jamón, que es de Aracena;
el queso y la berenjena / su andaluza antigüedad.
Y está tan en fil el peso / que, juzgado sin pasión,
todo es uno: Inés, jamón / y berenjenas con queso.
Servirá este nuevo trato / destos mis nuevos amores
para que Inés sus favores / nos los venda más barato,
pues tendrá por contrapeso, / si no hiciere razón,
una lonja de jamón / y berenjenas con queso.
No tan graciosa suele ser la navegación por internet cuando uno llega a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y encuentra material sonoro sobre el amigo Baltasar de Alcázar, se inserta la ventanita del Windows Media Player y ... no se oye nada porque falta un codec, no se sabe cuál. Tras dar vueltas viendo el html, descargar directamente el recurso y abrirlo en el WMP al menos sale una ventanita indicando qué codec (Sipro Lab Telecom ACELP.net (130) ) hace falta y dónde descargarlo. Pero una vez instalado, ya puedo oír lo buen nombre que es Pedro y lo que puede "pasalle" :-)