En el podcast del 17 de abril nos enteramos de que a James Watson le han secuenciado su genoma en menos de un mes y barato, barato, por menos de un millón de dolares. Se va acercando la posibilidad de que cada uno obtenga por un módico precio todo su genoma. Pero más cerca aún está conformarse con partes escogidas, especialmente relevantes en cuanto a enfermedades relacionadas con uno o unos pocos genes.
Lo que no está claro es qué haremos con la información obtenida si esta es claramente negativa, y menos si es ambiguamente negativa, del estilo puede que vaya usted a saber, o todo lo contrario; o a qué engaños puede llevarnos un resultado plenamente positivo.
Pero la genética no descansa, especialmente con las células madre, plantillas genéricas de donde sacar lo que queramos, incluyendo copias suyas. O unas descendientes especiales llamadas células progenitoras multipotentes, que siguen siendo plantillas para dar lugar a muchos tipos de células, pero no de su propio tipo. Esta "pérdida de facultades" se debe a la acción de un complejo proteínico activado por tres genes, que sólo en las células madre no se expresan y por tanto permiten la copia de más células madre. Esto mismo también puede pasar en el cáncer, de ahí el máximo interés de la investigación.
Muy interesante también es el comentario sobre los siglos XII y XIII como arranque de la visión científica del mundo y de la confianza en poder hacer inteligibles los fenómenos naturales sin necesidad de recurrir a explicaciones teológicas o milagrosas. Unos siglos más tarde Newton ya no necesitaría fingir, en sus Principia, hipótesis alguna:
No he sido capaz hasta ahora de descubrir a partir de los fenómenos la razón de estas propiedades de la gravedad, y no finjo hipótesis. Pues todo lo que no se deduce de los fenómenos debe declararse como hipótesis; y las hipótesis, ya sean metafísicas o físicas, o basadas en cualidades ocultas, o mecánicas, no tienen cabida en la filosofía experimental. En esta filosofía las proposiciones particulares se infieren de los fenómenos, y después devienen generales por inducción.
Nada de ángeles, ni de Diseños Inteligentes de un Eterno Mirón que se entretenga en alcanzar concienzudamente el logro de esas "especiales" criaturillas cobardes del recóndito planeta Tierra, que siempre andan buscando justificaciones externas a sus actos, y diciendo "Dios" cuando realmente quieren decir "Yo".
En la parte final del podcast se habla del posible uso, para una computación cuántica más robusta, de un tipo de cuasipartículas con carga fraccionaria. Me acuerdo de una reciente conversación con alguien que argüía, en estilo newage, que ahora la ciencia descubría y corroboraba lo que ya conocía la sabiduría espiritual hace siglos.
En términos generales siempre se pueden hacer interpretaciones semejantes, pues el lenguaje y la semántica son treméndamente flexibles. Pero la Ciencia tiene ámbitos más estrictos y términos enteramente propios. Siendo admirable, y en muchos casos útil, todo el legado espiritual de la humanidad, creo que en ningún antiguo escrito se trataban las diferencias entre fermiones y bosones, especificando sus distintas estadísticas, ni se citaba la posibilidad de cuasipartículas en dos dimensiones que no fuesen bosones ni fermiones sino anyones. Claro que para eso al parecer hay que adentrarse en argumentos topológicos, y el Etrón (llamaré así al Eterno Mirón) no se preocupó mucho de introducir la topología en "El Diseño" hasta hace bien poco.
Bueno, lo que da de sí un podcast.